ACTO I
ESCENA I
Una noche de luna llena, en los
jardines del palacio del rey. La
iluminación de faroles es tenue y
evocadora. Al fondo, en el palacio,
se festeja el cumpleaños de la
infanta, con gran boato de
invitados, artistas y personajes de
sociedad. El baile es de disfraces.
Doña Leonor sale a respirar aire
fresco y Don Beltrán la sigue. Un
grupo de artistas va detrás.
DON BELTRÁN, DOÑA
LEONOR Y CORO
CORO
¿Quién es la dama?
DON BELTRÁN
No lo diré,
soy muy discreto.
DOÑA LEONOR
¿Me conocéis?
DON BELTRÁN
Há mucho tiempo.
DOÑA LEONOR
¡Ja! ¡Ja!
DON BELTRÁN
¡Je! ¡Je!
DOÑA LEONOR
Mucho sabéis.
CORO
¿Quién es la dama?
Decid quién es.
DOÑA LEONOR
Podéis decirlo.
DON BELTRÁN
No lo diré.
Que es muy hermosa
sólo sabréis.
DOÑA LEONOR
Gracias mil gracias.
DON BELTRÁN
Bella Diana
más merecéis.
CORO
Dice que es bella,
bien podrá ser,
pero sus gracias
encubre bien.
DOÑA LEONOR
Puedo aún pasar por bella
¡ay que gusto! Aún los años
no marchitan, claro es,
la gracia de mi semblante
¡que hermosura! La flor
de mi lozanía ¡qué placer!
Vamos, decidme
¿Cómo es mi tez?
DON BELTRÁN
Blanca
DOÑA LEONOR
¿Y mis ojos?
DON BELTRÁN
Negros.
DOÑA LEONOR
Muy bien.
DON BELTRÁN
¿Sigo?
DOÑA LEONOR
No, basta.
Sois muy cortés.
DON BELTRÁN
¡Jé! ¡Jé!
Los dos reímos.
(repite)
DOÑA LEONOR
Sois tan discreto
que merecéis
todo mi aprecio.
DON BELTRÁN
¡Oh, que placer!
oíd un consejo
en cambio de él.
CORO
Dice que es bella,
bien podrá ser
pero sus gracias
encubre bien.
DON BELTRÁN
Beldad que en los jardines
tomáis el fresco,
volved a los salones
que por vos tiemblo.
Temed, temed la sombra
de la arboleda
que los nocturnos lances
traen consecuencias.
CORO
Temed, temed la sombra
de la arboleda
que los nocturnos lances
traen consecuencias.
DON BELTRÁN
¡Mirad! que galanes
son muy temibles
al fresco de una noche
bella apacible.
Yo sé de cierto lance
que os interesa
porque aún tenéis presentes
sus consecuencias.
CORO
Yo sé de cierto lance
que os interesa
porque aún tenéis presentes
sus consecuencias.
DON BELTRÁN
En él jugó una hermosa
divina dama
que al soplo de esta brisa
perdió su clama.
Al fuego de su aliento
se abrasó ella,
y en breve tales lances
traen consecuencias.
CORO
Al fuego de su aliento
se abrasó ella,
y en breve tales lances
traen consecuencias.
DON BELTRÁN
Hirió un mancebo loco
flor tan hermosa
por aspirar sin verla
su dulce aroma.
Las que las sombras buscan
ciegas tropiezan,
y un tropezón es malo,
trae consecuencias.
CORO
Las que las sombras buscan
ciegas tropiezan
y un tropezón es malo
trae consecuencias.
ESCENA II
(En uno de los salones de palacio.
Doña Leonor aparece después)
DON BELTRÁN, EL REY,
CORO Y DOÑA LEONOR
DON BELTRÁN
Era la dama
de ojos azules
cual puro cielo
claro y sin nubes.
Cabellos de oro
cual los del sol
frente serena
faz de candor.
(Trío: DON BELTRÁN,
REY Y CORO)
DON BELTRÁN
Yo pude oírla
cuando decía
te doy mi alma
te doy mi vida.
No des un nombre
nunca a mi amor
con él te dejo
por siempre a Dios.
REY
¡Ay! de mi alma
¡ay! de mi vida
ángel sin nombre
ángel de amor
por ti me quejo
piedad por Dios.
CORO
Hablar con alma
por nuestra vida
dinos su nombre
con discreción
callar sabremos
por nuestro honor.
DOÑA LEONOR
Sé más discreto
vente por Dios.
ESCENA III
(Don Gonzalo llega en un coche de
caballos al palacio. Afanado busca
con impaciencia a Laura, la
doncella)
DON GONZALO Y LAURA
DON GONZALO
Prado sin flores,
noche sin luna,
barco sin velas,
rayo sin luz,
viento sin alas,
mar sin espumas,
sin ti es mi alma
sin mí eres tú.
Cuando te busco
sin ver tus ojos,
cuando te llamo
sin oír tu voz,
cuando me encuentro
solo en el mundo
busco tu imagen
y hallo el dolor.
¡Sombra perdida!
¡Vago ruido!
¡Muerto en la vida!
¡Llanto en la paz!
Son mis amores
tiernos suspiros
que van sin eco
y a tu alma van.
Ya soy flor seca
no tengo aromas,
hojas que llevan
auras de Abril.
Tú eres la brisa
que perlas llora,
yo soy el aire
que va a morir.
DON GONZALO
¡Ay! no la encuentro.
Estoy ya fatigado
porque de verla
la esperanza pierdo.
(aparece Laura)
LAURA
¡Don Gonzalo! ¡Mi bien!
DON GONZALO
Laura del alma.
No cabe en sí
de júbilo mi pecho.
LAURA
Gonzalo, mi bien.
DON GONZALO
Laura del alma.
LAURA
¿Es verdad que impaciente
me esperabas?
DON GONZALO
¿Dudas de mí?
LAURA
No dudo, yo te creo,
no pudiera sufrir tantos dolores
si sintiese el martirio de los celos.
(entran en un salón sin gente)
DON GONZALO
Yo también en ti confío
virgen pura candorosa,
tú me muestras amorosa
otra vida, otra ilusión.
Otro mundo de delicias,
otra luz más refulgente,
otras flores, otro ambiente
que dilata el corazón.
LAURA
Sin tu amor, querido mío.
mi existencia vagorosa
deslizárase dudosa
no tuviera una ilusión.
Por ti siento mil delicias,
alma hermosa, pura, ardiente,
y en ti sólo halla su ambiente,
aire y luz mi corazón.
LAURA
Pero alguien viene ¡Cielos!
DON GONZALO
Nada temas.
LAURA
Sí, viene gente.
DON GONZALO
Es cierto.
LAURA
Ya es preciso
que me aparte de ti.
DON GONZALO
Tan pronto vuela
un momento de amor.
LAURA
¡Amante mío!
LAURA y DON GONZALO
¡Oh! despiadada suerte
terrible es tu rigor
mas si es grande, más grande
y ardiente es mi pasión.
LAURA
Gonzalo de mi vida
si sufro este dolor
lo sufro resignada
porque eres tú mi amor.
DON GONZALO
Hermosa de mi vida
si sufro este dolor
lo sufro resignado
porque eres tú mi amor.
(Se anuncia la entrada del rey.)
ACTO II
ESCENA IV
(De día, mirando a través de un
balcón de un palacete de Madrid
con una plazuela delante y en
medio una fuente.)
LAURA
En ti espero, caro amante,
pongo en ti la suerte mía,
seme fiel, y pronto el día
de la dicha llegará.
Si tú infiel a mi alma niegas
el amor que me juraste
al dolor fiero me entregas
que á morir me lanzará.
ESCENA V
(El mismo escenario por la noche,
a la plaza convergen tres
callejuelas. Don Beltrán aparece
por la de la izquierda, la más
larga, junto con un grupo de
amigos embozados con capa.)
DON BELTRÁN
Silenciosos
por temor de algún fracaso
con prudencia paso á paso
cautelosos me seguid.
CORO
Adelante
y sin miedo le sigamos,
ni violencia, no temamos
que durmiendo está Madrid.
DON BELTRÁN Y CORO
Tranquilos duermen todos
soñando en sus riquezas,
sus glorias, sus placeres,
sus dichas y su amor.
Y nadie nos persigue,
ni observa nuestro paso
que el manto de la noche
benigno nos cubrió.
CORO
Oscura está la calle
y en su desierto espacio
ni un bulto se distingue
que turbe nuestro afán.
Nos sigue la fortuna,
que á más de nuestro arrojo,
las sombras de la noche
protegen nuestro plan.
DON BELTRÁN
Pero en tanto
por temor de algún fracaso
con prudencia paso á paso
cautelosos me seguid.
CORO
Adelante
y sin miedo le sigamos,
ni violencia no temamos,
que durmiendo está Madrid.
ESCENA VI
(El punto de encuentro, el portal,
pasa a ser primer plano. Aparece
Don Simeón, el novio de Doña
Leonor.)
DON BELTRÁN
Con cautela, silencio, cuidado,
el amor al misterio va unido,
Don Gonzalo el galán decidido,
y su Laura en mis manos caerán.
DON SIMEÓN
Sólo encuentro confusas tinieblas,
ya mi arrojo me espanta y da miedo
y sufrir por más tiempo no puedo
esta horrible y penosa ansiedad.
DON GONZALO
Laura, Laura, mi frente se abrasa
temo hallar en tu pecho falsía,
á mi amor en la noche sombría
negra nube comienza á eclipsar.
Laura hermosa, tu amante padece,
no á su llanto te muestres impía
tú la angustia podrás, Laura mía,
de mi pecho amoroso apartar.
DON SIMEÓN
Si la hermosa que espero no viene
á calmar mi amoroso martirio
mi pavor va á trocarse en delirio,
bien quisiera volverme ya atrás.
DON BELTRÁN
Arrostrando del rey los enojos
á pesar de tu angustia y tu llanto
esta noche, ángel puro, mi encanto,
Laura hermosa, serás de Beltrán.
ESCENA VII
(El mismo decorado con los faroles
encendidos.)
DON SIMEÓN
Aquí está.
DOÑA LEONOR
¡Dulce amante!
DON SIMEÓN
¡Vida mía!
DOÑA LEONOR - DON SIMEÓN
¡Ay!
CORO
¡Ladrones!
DON GONZALO
¡Cielos!
DON SIMEÓN
¡Suerte impía!
DON BELTRÁN
No es Laura.
DON GONZALO
¡Cielo Santo!
CORO
¡Favor! ¡Favor! ¡Ladrones!
DON SIMEÓN
¡Oh, que espanto!
ALGUACIL
En nombre de Dios, daos preso.
REY
En nombre del Rey callad.
DON GONZALO
¡Gran Dios!
DON SIMEÓN
Obedezco, don Beltrán.
REY
Podéis prender
á aquel apuesto galán
de este modo explicación
este escándalo tendrá.
(Arrestan a Don Simeón.)
CORO
Á la cárcel, á la cárcel
á la cárcel el ladrón
que se mete en casa ajena
como un pillo salteador,
y que purgue en su encierro
desacato tan atroz.
(Se enciende la luz de la
habitación de Laura.)
LAURA
Este ruido, estos clamores,
esta escena de dolor,
esos grupos, esas luces,
van turbando mi razón.
Vuelve en ti señora mía
que se agota mi valor.
Á la cárcel, á la cárcel,
á la cárcel el ladrón.
DON GONZALO
No hay tormentos que no sufra
mi angustiado corazón
juega el rey en este enredo
más se irrita mi furor.
Nos veremos, miserable,
nos veremos ¡vive Dios!
Á la cárcel, á la cárcel
á la cárcel el ladrón.
DON SIMEÓN
Yo metido en alguaciles
¡Oh golillas! Por favor,
que soy noble y caballero,
que soy hombre de valor.
Muda está la hermosa mía,
ángel bello, mi Leonor.
¿No me abona aquí ninguno?
¡O golillas! ¡Por favor!
DON BELTRÁN
Este golpe ha dado en vago
la doncella me engañó,
pero mi alma no desmaya,
más se irrita mi pasión.
Laura hermosa serás mía,
te lo juro por mi amor.
Á la cárcel, á la cárcel,
á la cárcel el ladrón.
ACTO III
ESCENA VIII
(En una taberna conocida madrileña.
Don Beltrán ha invitado a Don Simeón
y un grupo de amigos.)
CORO, DON BELTRÁN, DON SIMEÓN
Viva la gresca,
viva la broma,
vivan los vinos
viva el amor.
Suenen botellas,
todos brindemos
por la hechicera
Doña Leonor.
Ya no está preso,
libre es al cabo,
pero es esclavo
de su pasión,
viva el amante
rendido y fino
viva el divino
Don Simeón.
Lindas coronas
ornen las sienes
del generoso
galanteador,
gloria al que amante
tierno y dichoso
roba á las bellas
el corazón.
Viva la gresca,
viva la broma,
viva la bella
Doña Leonor.
Viva la gresca,
viva la broma,
viva el gallardo
Don Simeón.
DON BELTRÁN
Ahora una sorpresa
os voy querido á dar.
DON SIMEÓN
¿Una sorpresa?
DON BELTRÁN
Cierto.
DON SIMEÓN
Veamos qué será.
DON BELTRÁN
Amante fino y tierno
¿qué debe ambicionar?
Tener siempre una prenda
de amor.
DON SIMEÓN
Pues claro está.
DON BELTRÁN
Temblar de dicha os veo,
aquí guardada está
la prenda, y tiene pelos
que son de Leonor.
DON SIMEÓN
¡Ah!
DON BELTRÁN
¿Os causa esto sorpresa?
DON SIMEÓN
¡Oh, que felicidad!
DON BELTRÁN
Su pelo...
DON SIMEÓN
Sus cabellos...
DON BELTRÁN
Su pelo...
CORO
¡Já, já, já!
DON SIMEÓN
Tendré una trenza suya.
DON BELTRÁN
Tendréis bastante más.
DON SIMEÓN
Serán negros.
DON BELTRÁN
Brillantes.
DON SIMEÓN
Perfume exhalarán.
DON BELTRÁN
Me huelen á violeta,
á rosa y azahar.
DON SIMEÓN
¡Oh Dios, qué regocijo!
¡Oh, qué felicidad!
DON BELTRÁN
Su pelo...
DON SIMEÓN
Sus cabellos...
DON BELTRÁN
Su pelo...
CORO
¡Já, já, já!
DON BELTRÁN
Mirad esta peluca,
la digna antecesora
de la que ostenta ahora
sus rostro sin igual.
Es suyo, y muy resuyo
su pelo suave y fino,
de Francia siempre vino
para eso es su caudal.
CORO
Don Simeón, ¡que gloria!
conquista sin igual
te ha dado sus cabellos
no hay ya que pedir más.
DON SIMEÓN
Fatídicas palabras,
¡que es calva! ¡qué perfidia!
á mi ángel por envidia
pretenden calumniar.
¡Peluca! y es tan joven
y llena de hermosura,
tan pérfida impostura
no puedo tolerar.
Se apura mi paciencia,
la broma es muy pesada,
no quiero escuchar nada
ya basta de enredar.
¡Peluca! ¡qué suplicio!
no sé cómo repara
¡sin pelo! ¡qué descaro!
me voy á exasperar.
DON BELTRÁN
Venció con estos pelos
en más de una batalla,
tal casco la metralla
no derribó jamás.
CORO
Don Simeón ¡que gloria!
conquista sin igual
te ha dado sus cabellos
no hay ya que pedir más.
DON BELTRÁN
Y ya ante ti se rinde
mudando de peluca,
metida hasta la nuca
consérvala galán.
CORO
No hay ya que pedir más.
ESCENA IX
DON GONZALO
(En los jardines, Don Gonzalo
espera para batirse en duelo con
Don Beltrán. Desempuña la
espada al final del aria)
DON GONZALO
(aria)
Ilusiones que adoraba,
con sarcasmo lanzo fuera,
no eres Laura la hechicera
virgen casta que soñé.
De desprecio sólo es digna
la que muestra su impereza,
no es bastante tu belleza
no eres tú la que adoré.
Yo la amaba ¡que insensato!
en promesas yo creía
y en el llanto que vertía
y en su hipócrita aflicción.
Locas furias me rodean
y me gritan ¡odio necio!
sólo es digna de desprecio
miserable corazón.
ACTO IV
ESCENA X
DOÑA LEONOR, DON SIMEÓN Y CORO
(Doña Leonor y Don Simeón
pasean dirigiéndose a el palacete.
Sus curiosos amigos les esperan
escondidos)
CORO
Ya llegan ¡chiss! silencio
la risa disfracemos
señores ya podemos
el tedio disipar.
Hagamos que orgullosos
sus dichas nos refieran
que quieran ó no quieran
nos hemos de burlar.
Cuidado no nos oigan.
¡Silencio! ¡que figuras!
que raras cataduras
ostentan á la par.
El diablo es en persona
vistiendo su pellejo,
cupido se ha hecho viejo
y empieza á chochear.
(la pareja entra en la casa)
CORO
Benditos sean
dama y varón
ella y su amante
él y Leonor.
Ella bonita
él seductor,
ambos cortados
por un patrón.
DOÑA LEONOR
¡Ay! que me pasa
yo no se que,
gracias, mil gracias.
DON SIMEÓN
Señor pequé.
CORO
Ya llegó el día
tan deseado
para el que amado
sufre pasión.
Luce la antorcha del Himeneo.
DOÑA LEONOR
¡Ay! qué mareo.
DON SIMEON
Pequé señor.
CORO
Vivan felices
dama y doncel
Simeón y ella
Leonor y él.
DOÑA LEONOR
Gracias, mil gracias.
DON SIMEÓN
Señor pequé.
CORO
Sea enhorabuena
Don Simeón
Doña Leonor.
DOÑA LEONOR
Gracias, mil gracias.
DON SIMEÓN
Pequé señor.
ESCENA XI
(En el palacio, el Rey es distraído
por unos artistas que le siguen
mientras busca a Laura)
REY
No la encuentro
dulce Laura por favor,
no te ocultes
á los ojos de tu amor.
(la encuentra desmayada al pie de
la cama de su habitación)
REY Pero cielos,
sin sentido ¡que terror!
Laura, Laura
yo me siento sin valor.
(El conjunto desaparece del
escenario. Laura, delirante)
LAURA
Mi Gonzalo, bien querido
¡Cielo Santo! comprensión
mi alma es suya, su alma es mía
y en su pena peno yo.
Que no muera Dios eterno
que mi amante corazón
late sólo por su vida
sólo alienta por su amor.
REY
¡Ay! no llores bien querido
que me mata tu dolor
tu alma es vida de mi vida
y en tu pena peno yo.
Cese, cese ya tu angustia
que mi amante corazón
late sólo por tu vida
sólo alienta por tu amor.
(entra de nuevo el conjunto de
artistas en la escena)
LAURA
¡Ay! que miedo señor.
REY
Laura,
¿porque sientes ese afán?
LAURA
Si é sucumbe esta infelice
á su amante seguirá.
Salva, salva su existencia
de mi vida dulce imán.
REY
Pero dime Laura mía,
¿porque lloras por piedad?
LAURA
¿No lo sabes, padre mío?
Don Gonzalo y Don Beltrán
desnudando los aceros
han salido á pelear.
Sólo escuchan los furores
de sus celos voz fatal,
si Dios llama al inocente
mi Gonzalo morirá.
(mientras se ve al fondo, por un
balcón el duelo de espadas entre
Don Gonzalo y Don Beltrán. Al
final Don Gonzalo vence pero sale
herido.)
REY
Pobre Laura, pobre Laura
su tormento es sin igual,
el dolor que la devora
no es posible consolar.
No envenenes mi existencia,
tú mi sueño angelical
pobre Laura, Laura mía
¡ay! no llores por piedad.
(el conjunto se va y Laura se
incorpora)
LAURA
Él es mi alma,
él es mi amor.
REY
Laura, mi alma
prenda de amor.
LAURA
Salvad su vida,
piedad señor.
REY
Dulce consuelo
de mi aflicción.
LAURA
¡Ay! tanta angustia,
tanto dolor
sufrir no puede
mi corazón.
Él es mi alma
él es mi amor
salvad su vida
piedad señor.
REY
Calma tu angustia
que ese dolor
tal vez mitigue
mi corazón.
Laura, mi vida
prenda de amor
dulce consuelo
de mi aflicción.
(Laura va en busca de Don Gonzalo)
ESCENA XII
(Don Gonzalo al pie del balcón)
DON GONZALO
Virgen hermosa,
prenda querida,
haz de mis ojos,
ángel de amor.
Oye mi acento
grito del alma
¡ay! para siempre
mi Laura, adiós.
Fija en el cielo
tus bellos ojos
al oír amante
mi triste voz.
Une á mi acento
tu voz suave
que allá en la Gloria
nos una Dios.
(Laura se encuentra en el balcón)
LAURA
¡Ay! ya no puedo
sufrir tal pena
me llega al alma
su triste voz.
¡Ay! para siempre
yo desfallezco
que allá en la Gloria
nos una Dios.
REY
Hija del alma,
martirio horrible
y que me parten
el corazón.
Mi justo fallo
tres almas hiere
que allá en la Gloria
las una Dios.
LAURA
Por piedad,
Gonzalo mío
no te alejes,
DON GONZALO
Por piedad,
Laura del alma.
REY
Don Gonzalo,
Laura.
LAURA
¡Ah! para siempre.
DON GONZALO
¡Ah! Dios eterno
yo no puedo sufrir más.
REY
Acabemos.
Venid Laura.
LAURA
Señor.
¡Ah! mi talismán.
(cogiendo el colgante de la Virgen
que lleva puesto)
ESCENA XII
(En el salón principal de palacio)
LAURA
¡Oh! Madre mía
tú que meciste
los sueños de oro
de mi niñez.
Tú que me miras
desde la altura,
de mis dolores
lástima ten.
DON GONZALO
Su voz de ángel
sube a los cielos
que Dios la acoja
con mi oración.
REY
Su voz evoca
la dulce sombra
del ángel bello
de mi ilusión.
LAURA
¡Oh! mártir Santa
de amor intenso
que tu alma pura
despedazó.
Por la memoria
de tus dolores
protege ¡oh! Madre
mi casto amor.
DON GONZALO
Virgen hermosa
nunca se alejan
dos corazones
que une el amor.
REY
Ángel hermoso
tu faz divina,
bella aureola
cerca de amor.
(aparece Doña Leonor con Don Simeón)
DOÑA LEONOR
Venid.
Cielos él era.
REY
Hija del alma.
Era ella.
LAURA
Por piedad.
DOÑA LEONOR
Mi hermana ¡Cielos!
LAURA
Padre mío,
perdón por su memoria.
DOÑA LEONOR
¿Qué escucho?
REY
Don Gonzalo
tuya es Laura.
(Don Gonzalo y Laura se abrazan
para ir poco a poco desplomándose
cogidos de la mano)
DOÑA LEONOR
Bendiga Dios su unión,
desde la Gloria.
REY
Bendiga Dios su unión
desde la Gloria.
LAURA
Bendice nuestra unión,
desde la Gloria.
DON GONZALO
Bendice nuestra unión
desde la Gloria.
FIN
LAURA