ACTO I

 

ESCENA I

 

Una noche de luna llena, en los

jardines del palacio del rey. La

iluminación de faroles es tenue y

evocadora. Al fondo, en el palacio,

se festeja el cumpleaños de la

infanta, con gran boato de

invitados, artistas y personajes de

sociedad. El baile es de disfraces.

Doña Leonor sale a respirar aire

fresco y Don Beltrán la sigue. Un

grupo de artistas va detrás.

 

 

DON BELTRÁN, DOÑA

LEONOR Y CORO

 

CORO

 

¿Quién es la dama?

 

DON BELTRÁN

 

No lo diré,

soy muy discreto.

 

DOÑA LEONOR

 

¿Me conocéis?

 

DON BELTRÁN

 

Há mucho tiempo.

 

DOÑA LEONOR

 

¡Ja! ¡Ja!

 

DON BELTRÁN

 

¡Je! ¡Je!

 

DOÑA LEONOR

 

Mucho sabéis.

 

CORO

 

¿Quién es la dama?

Decid quién es.

 

DOÑA LEONOR

 

Podéis decirlo.

 

DON BELTRÁN

 

No lo diré.

Que es muy hermosa

sólo sabréis.

 

DOÑA LEONOR

 

Gracias mil gracias.

 

DON BELTRÁN

 

Bella Diana

más merecéis.

 

CORO

 

Dice que es bella,

bien podrá ser,

pero sus gracias

encubre bien.

 

DOÑA LEONOR

 

Puedo aún pasar por bella

¡ay que gusto! Aún los años

no marchitan, claro es,

la gracia de mi semblante

¡que hermosura! La flor

de mi lozanía ¡qué placer!

Vamos, decidme

¿Cómo es mi tez?

 

DON BELTRÁN

 

Blanca

 

DOÑA LEONOR

 

¿Y mis ojos?

 

DON BELTRÁN

 

Negros.

 

DOÑA LEONOR

 

Muy bien.

 

DON BELTRÁN

 

¿Sigo?

 

DOÑA LEONOR

 

No, basta.

Sois muy cortés.

 

DON BELTRÁN

 

¡Jé! ¡Jé!

Los dos reímos.

 

(repite)

 

DOÑA LEONOR

 

Sois tan discreto

que merecéis

todo mi aprecio.

 

DON BELTRÁN

 

¡Oh, que placer!

oíd un consejo

en cambio de él.

 

CORO

 

Dice que es bella,

bien podrá ser

pero sus gracias

encubre bien.

 

DON BELTRÁN

 

Beldad que en los jardines

tomáis el fresco,

volved a los salones

que por vos tiemblo.

Temed, temed la sombra

de la arboleda

que los nocturnos lances

traen consecuencias.

 

CORO

 

Temed, temed la sombra

de la arboleda

que los nocturnos lances

traen consecuencias.

 

DON BELTRÁN

 

¡Mirad! que galanes

son muy temibles

al fresco de una noche

bella apacible.

Yo sé de cierto lance

que os interesa

porque aún tenéis presentes

sus consecuencias.

 

CORO

 

Yo sé de cierto lance

que os interesa

porque aún tenéis presentes

sus consecuencias.

 

DON BELTRÁN

 

En él jugó una hermosa

divina dama

que al soplo de esta brisa

perdió su clama.

Al fuego de su  aliento

se abrasó ella,

y en breve tales lances

traen consecuencias.

 

CORO

 

Al fuego de su aliento

se abrasó ella,

y en breve tales lances

traen consecuencias.

 

DON BELTRÁN

 

Hirió un mancebo loco

flor tan hermosa

por aspirar sin verla

su dulce aroma.

Las que las sombras buscan

ciegas tropiezan,

y un tropezón es malo,

trae consecuencias.

 

CORO

 

Las que las sombras buscan

ciegas tropiezan

y un tropezón es malo

trae consecuencias.

 

 

ESCENA II

 

(En uno de los salones de palacio.

Doña Leonor aparece después)

 

DON BELTRÁN, EL REY,

CORO Y DOÑA LEONOR

 

DON BELTRÁN

 

Era la dama

de ojos azules

cual puro cielo

claro y sin nubes.

Cabellos de oro

cual los del sol

frente serena

faz de candor.

 

(Trío: DON BELTRÁN,

REY Y CORO)

 

DON BELTRÁN

 

Yo pude oírla

cuando decía

te doy mi alma

te doy mi vida.

No des un nombre

nunca a mi amor

con él te dejo

por siempre a Dios.

 

REY

 

¡Ay! de mi alma

¡ay! de mi vida

ángel sin nombre

ángel de amor

por ti me quejo

piedad por Dios.

 

CORO

 

Hablar con alma

por nuestra vida

dinos su nombre

con discreción

callar sabremos

por nuestro honor.

 

DOÑA LEONOR

 

Sé más discreto

vente por Dios.

 

ESCENA III

 

(Don Gonzalo llega en un coche de

caballos al palacio. Afanado busca

con impaciencia a Laura, la

doncella)

 

DON GONZALO Y LAURA

 

DON GONZALO

 

Prado sin flores,

noche sin luna,

barco sin velas,

rayo sin luz,

viento sin alas,

mar sin espumas,

sin ti es mi alma

sin mí eres tú.

 

Cuando te busco

sin ver tus ojos,

cuando te llamo

sin oír tu voz,

cuando me encuentro

solo en el mundo

busco tu imagen

y hallo el dolor.

 

¡Sombra perdida!

¡Vago ruido!

¡Muerto en la vida!

¡Llanto en la paz!

Son mis amores

tiernos suspiros

que van sin eco

y a tu alma van.

 

Ya soy flor seca

no tengo aromas,

hojas que llevan

auras de Abril.

Tú eres la brisa

que perlas llora,

yo soy el aire

que va a morir.

 

 

DON GONZALO

 

¡Ay! no la encuentro.

Estoy ya fatigado

porque de verla

la esperanza pierdo.

 

(aparece Laura)

 

LAURA

 

¡Don Gonzalo! ¡Mi bien!

 

DON GONZALO

 

Laura del alma.

No cabe en sí

de júbilo mi pecho.

 

LAURA

 

Gonzalo, mi bien.

 

DON GONZALO

 

Laura del alma.

 

LAURA

 

¿Es verdad que impaciente

me esperabas?

 

DON GONZALO

 

¿Dudas de mí?

 

LAURA

 

No dudo, yo te creo,

no pudiera sufrir tantos dolores

si sintiese el martirio de los celos.

 

(entran en un salón sin gente)

 

DON GONZALO

 

Yo también en ti confío

virgen pura candorosa,

tú me muestras amorosa

otra vida, otra ilusión.

Otro mundo de delicias,

otra luz más refulgente,

otras flores, otro ambiente

que dilata el corazón.

 

LAURA

 

Sin tu amor, querido mío.

mi existencia vagorosa

deslizárase dudosa

no tuviera una ilusión.

Por ti siento mil delicias,

alma hermosa, pura, ardiente,

y en ti sólo halla su ambiente,

aire y luz mi corazón.

 

LAURA

 

Pero alguien viene ¡Cielos!

 

DON GONZALO

 

Nada temas.

 

LAURA

 

Sí, viene gente.

 

DON GONZALO

Es cierto.

 

LAURA

 

Ya es preciso

que me aparte de ti.

 

DON GONZALO

 

Tan pronto vuela

un momento de amor.

 

LAURA

 

¡Amante mío!

 

LAURA y DON GONZALO

 

¡Oh! despiadada suerte

terrible es tu rigor

mas si es grande, más grande

y ardiente es mi pasión.

 

LAURA

 

Gonzalo de mi vida

si sufro este dolor

lo sufro resignada

porque eres tú mi amor.

 

DON GONZALO

 

Hermosa de mi vida

si sufro este dolor

lo sufro resignado

porque eres tú mi amor.

 

(Se anuncia la entrada del rey.)

 

ACTO II

 

ESCENA IV

 

(De día, mirando a través de un

balcón de un palacete de Madrid

con una plazuela delante y en

medio una fuente.)

 

LAURA

 

En ti espero, caro amante,

pongo en ti la suerte mía,

seme fiel, y pronto el día

de la dicha llegará.

Si tú infiel a mi alma niegas

el amor que me juraste

al dolor fiero me entregas

que á morir me lanzará.

 

ESCENA V

 

(El mismo escenario por la noche,

a la plaza convergen tres

callejuelas. Don Beltrán aparece

por la de la izquierda, la más

larga, junto con un grupo de

amigos embozados con capa.)

 

DON BELTRÁN

 

Silenciosos

por temor de algún fracaso

con prudencia paso á paso

cautelosos me seguid.

 

CORO

 

Adelante

y sin miedo le sigamos,

ni violencia, no temamos

que durmiendo está Madrid.

 

DON BELTRÁN Y CORO

 

Tranquilos duermen todos

soñando en sus riquezas,

sus glorias, sus placeres,

sus dichas y su amor.

Y nadie nos persigue,

ni observa nuestro paso

que el manto de la noche

benigno nos cubrió.

 

CORO

 

Oscura está la calle

y en su desierto espacio

ni un bulto se distingue

que turbe nuestro afán.

Nos sigue la fortuna,

que á más de nuestro arrojo,

las sombras de la noche

protegen nuestro plan.

 

DON BELTRÁN

 

Pero en tanto

por temor de algún fracaso

con prudencia paso á paso

cautelosos me seguid.

 

CORO

 

Adelante

y sin miedo le sigamos,

ni violencia no temamos,

que durmiendo está Madrid.

 

ESCENA VI

 

(El punto de encuentro, el portal,

pasa a ser primer plano. Aparece

Don Simeón, el novio de Doña

Leonor.)

 

DON BELTRÁN

 

Con cautela, silencio, cuidado,

el amor al misterio va unido,

Don Gonzalo el galán decidido,

y su Laura en mis manos caerán.

 

DON SIMEÓN

 

Sólo encuentro confusas tinieblas,

ya mi arrojo me espanta y da miedo

y sufrir por más tiempo no puedo

esta horrible y penosa ansiedad.

 

DON GONZALO

 

Laura, Laura, mi frente se abrasa

temo hallar en tu pecho falsía,

á mi amor en la noche sombría

negra nube comienza á eclipsar.

Laura hermosa, tu amante padece,

no á su llanto te muestres impía

tú la angustia podrás, Laura mía,

de mi pecho amoroso apartar.

 

DON SIMEÓN

 

Si la hermosa que espero no viene

á calmar mi amoroso martirio

mi pavor va á trocarse en delirio,

bien quisiera volverme ya atrás.

 

DON BELTRÁN

 

Arrostrando del rey los enojos

á pesar de tu angustia y tu llanto

esta noche, ángel puro, mi encanto,

Laura hermosa, serás de Beltrán.

 

ESCENA VII

 

(El mismo decorado con los faroles

encendidos.)

 

DON SIMEÓN

 

Aquí está.

 

DOÑA LEONOR

 

¡Dulce amante!

 

DON SIMEÓN

 

¡Vida mía!

 

DOÑA LEONOR - DON SIMEÓN

 

¡Ay!

 

CORO

 

¡Ladrones!

 

DON GONZALO

 

¡Cielos!

 

DON SIMEÓN

 

¡Suerte impía!

 

DON BELTRÁN

 

No es Laura.

 

DON GONZALO

 

¡Cielo Santo!

 

CORO

 

¡Favor! ¡Favor! ¡Ladrones!

 

DON SIMEÓN

 

¡Oh, que espanto!

 

ALGUACIL

 

En nombre de Dios, daos preso.

 

REY

 

En nombre del Rey callad.

 

DON GONZALO

 

¡Gran Dios!

 

DON SIMEÓN

 

Obedezco, don Beltrán.

 

REY

 

Podéis prender

á aquel apuesto galán

de este modo explicación

este escándalo tendrá.

 

(Arrestan a Don Simeón.)

 

CORO

 

Á la cárcel, á la cárcel

á la cárcel el ladrón

que se mete en casa ajena

como un pillo salteador,

y que purgue en su encierro

desacato tan atroz.

 

(Se enciende la luz de la

habitación de Laura.)

 

LAURA

 

Este ruido, estos clamores,

esta escena de dolor,

esos grupos, esas luces,

van turbando mi razón.

Vuelve en ti señora mía

que se agota mi valor.

Á la cárcel, á la cárcel,

á la cárcel el ladrón.

 

DON GONZALO

 

No hay tormentos que no sufra

mi angustiado corazón

juega el rey en este enredo

más se irrita mi furor.

Nos veremos, miserable,

nos veremos ¡vive Dios!

Á la cárcel, á la cárcel

á la cárcel el ladrón.

 

DON SIMEÓN

 

Yo metido en alguaciles

¡Oh golillas! Por favor,

que soy noble y caballero,

que soy hombre de valor.

Muda está la hermosa mía,

ángel bello, mi Leonor.

¿No me abona aquí ninguno?

¡O golillas! ¡Por favor!

 

DON BELTRÁN

 

Este golpe ha dado en vago

la doncella me engañó,

pero mi alma no desmaya,

más se irrita mi pasión.

Laura hermosa serás mía,

te lo juro por mi amor.

Á la cárcel, á la cárcel,

á la cárcel el ladrón.

 

ACTO III

 

ESCENA VIII

 

(En una taberna conocida madrileña.

Don Beltrán ha invitado a Don Simeón

y un grupo de amigos.)

 

CORO, DON BELTRÁN, DON SIMEÓN

 

Viva la gresca,

viva la broma,

vivan los vinos

viva el amor.

Suenen botellas,

todos brindemos

por la hechicera

Doña Leonor.

 

Ya no está preso,

libre es al cabo,

pero es esclavo

de su pasión,

viva el amante

rendido y fino

viva el divino

Don Simeón.

Lindas coronas

ornen las sienes

del generoso

galanteador,

gloria al que amante

tierno y dichoso

roba á las bellas

el corazón.

 

Viva la gresca,

viva la broma,

viva la bella

Doña Leonor.

 

Viva la gresca,

viva la broma,

viva el gallardo

Don Simeón.

 

DON BELTRÁN

 

Ahora una sorpresa

os voy querido á dar.

 

DON SIMEÓN

 

¿Una sorpresa?

 

DON BELTRÁN

 

Cierto.

 

DON SIMEÓN

 

Veamos qué será.

 

DON BELTRÁN

 

Amante fino y tierno

¿qué debe ambicionar?

Tener siempre una prenda

de amor.

 

DON SIMEÓN

 

Pues claro está.

 

DON BELTRÁN

 

Temblar de dicha os veo,

aquí guardada está

la prenda, y tiene pelos

que son de Leonor.

 

DON SIMEÓN

 

¡Ah!

 

DON BELTRÁN

 

¿Os causa esto sorpresa?

 

DON SIMEÓN

 

¡Oh, que felicidad!

 

DON BELTRÁN

 

Su pelo...

 

DON SIMEÓN

 

Sus cabellos...

 

DON BELTRÁN

 

Su pelo...

 

CORO

 

¡Já, já, já!

 

DON SIMEÓN

 

Tendré una trenza suya.

 

DON BELTRÁN

 

Tendréis bastante más.

 

DON SIMEÓN

 

Serán negros.

 

DON BELTRÁN

 

Brillantes.

 

DON SIMEÓN

 

Perfume exhalarán.

 

DON BELTRÁN

 

Me huelen á violeta,

á rosa y azahar.

 

DON SIMEÓN

 

¡Oh Dios, qué regocijo!

¡Oh, qué felicidad!

 

DON BELTRÁN

 

Su pelo...

 

DON SIMEÓN

 

Sus cabellos...

 

DON BELTRÁN

 

Su pelo...

 

CORO

 

¡Já, já, já!

 

DON BELTRÁN

 

Mirad esta peluca,

la digna antecesora

de la que ostenta ahora

sus rostro sin igual.

 

Es suyo, y muy resuyo

su pelo suave y fino,

de Francia siempre vino

para eso es su caudal.

 

CORO

 

Don Simeón, ¡que gloria!

conquista sin igual

te ha dado sus cabellos

no hay ya que pedir más.

 

DON SIMEÓN

 

Fatídicas palabras,

¡que es calva! ¡qué perfidia!

á mi ángel por envidia

pretenden calumniar.

¡Peluca! y es tan joven

y llena de hermosura,

tan pérfida impostura

no puedo tolerar.

 

Se apura mi paciencia,

la broma es muy pesada,

no quiero escuchar nada

ya basta de enredar.

¡Peluca! ¡qué suplicio!

no sé cómo repara

¡sin pelo! ¡qué descaro!

me voy á exasperar.

 

DON BELTRÁN

 

Venció con estos pelos

en más de una batalla,

tal casco la metralla

no derribó jamás.

 

CORO

 

Don Simeón ¡que gloria!

conquista sin igual

te ha dado sus cabellos

no hay ya que pedir más.

 

DON BELTRÁN

 

Y ya ante ti se rinde

mudando de peluca,

metida hasta la nuca

consérvala galán.

 

CORO

 

No hay ya que pedir más.

 

ESCENA IX

 

DON GONZALO

 

(En los jardines, Don Gonzalo

espera para batirse en duelo con

Don Beltrán. Desempuña la

espada al final del aria)

 

DON GONZALO

 

(aria)

 

Ilusiones que adoraba,

con sarcasmo lanzo fuera,

no eres Laura la hechicera

virgen casta que soñé.

De desprecio sólo es digna

la que muestra su impereza,

no es bastante tu belleza

no eres tú la que adoré.

 

Yo la amaba ¡que insensato!

en promesas yo creía

y en el llanto que vertía

y en su hipócrita aflicción.

Locas furias me rodean

y me gritan ¡odio necio!

sólo es digna de desprecio

miserable corazón.

 

ACTO IV

 

ESCENA X

 

DOÑA LEONOR, DON SIMEÓN Y CORO

 

(Doña Leonor y Don Simeón

pasean dirigiéndose a el palacete.

Sus curiosos amigos les esperan

escondidos)

 

CORO

 

Ya llegan ¡chiss! silencio

la risa disfracemos

señores ya podemos

el tedio disipar.

Hagamos que orgullosos

sus dichas nos refieran

que quieran ó no quieran

nos hemos de burlar.

 

Cuidado no nos oigan.

¡Silencio! ¡que figuras!

que raras cataduras

ostentan á la par.

El diablo es en persona

vistiendo su pellejo,

cupido se ha hecho viejo

y empieza á chochear.

 

(la pareja entra en la casa)

 

CORO

 

Benditos sean

dama y varón

ella y su amante

él y Leonor.

Ella bonita

él seductor,

ambos cortados

por un patrón.

 

DOÑA LEONOR

 

¡Ay! que me pasa

yo no se que,

gracias, mil gracias.

 

DON SIMEÓN

 

Señor pequé.

 

CORO

 

Ya llegó el día

tan deseado

para el que amado

sufre pasión.

Luce la antorcha del Himeneo.

 

DOÑA LEONOR

 

¡Ay! qué mareo.

 

DON SIMEON

 

Pequé señor.

 

CORO

 

Vivan felices

dama y doncel

Simeón y ella

Leonor y él.

 

DOÑA LEONOR

 

Gracias, mil gracias.

 

DON SIMEÓN

 

Señor pequé.

 

CORO

 

Sea enhorabuena

Don Simeón

Doña Leonor.

 

DOÑA LEONOR

 

Gracias, mil gracias.

 

DON SIMEÓN

 

Pequé señor.

 

ESCENA XI

 

(En el palacio, el Rey es distraído

por unos artistas que le siguen

mientras busca a Laura)

 

REY

 

No la encuentro

dulce Laura por favor,

no te ocultes

á los ojos de tu amor.

 

(la encuentra desmayada al pie de

la cama de su habitación)

 

REY Pero cielos,

sin sentido ¡que terror!

Laura, Laura

yo me siento sin valor.

 

(El conjunto desaparece del

escenario. Laura, delirante)

 

LAURA

 

Mi Gonzalo, bien querido

¡Cielo Santo! comprensión

mi alma es suya, su alma es mía

y en su pena peno yo.

Que no muera Dios eterno

que mi amante corazón

late sólo por su vida

sólo alienta por su amor.

 

REY

 

¡Ay! no llores bien querido

que me mata tu dolor

tu alma es vida de mi vida

y en tu pena peno yo.

Cese, cese ya tu angustia

que mi amante corazón

late sólo por tu vida

sólo alienta por tu amor.

 

(entra de nuevo el conjunto de

artistas en la escena)

 

LAURA

 

¡Ay! que miedo señor.

 

REY

 

Laura,

¿porque sientes ese afán?

 

LAURA

 

Si é sucumbe esta infelice

á su amante seguirá.

Salva, salva su existencia

de mi vida dulce imán.

 

REY

 

Pero dime Laura mía,

¿porque lloras por piedad?

 

LAURA

 

¿No lo sabes, padre mío?

Don Gonzalo y Don Beltrán

desnudando los aceros

han salido á pelear.

Sólo escuchan los furores

de sus celos voz fatal,

si Dios llama al inocente

mi Gonzalo morirá.

 

(mientras se ve al fondo, por un

balcón el duelo de espadas entre

Don Gonzalo y Don Beltrán. Al

final Don Gonzalo vence pero sale

herido.)

 

REY

 

Pobre Laura, pobre Laura

su tormento es sin  igual,

el dolor que la devora

no es posible consolar.

No envenenes mi existencia,

tú mi sueño angelical

pobre Laura, Laura mía

¡ay! no llores por piedad.

 

(el conjunto se va y Laura se

incorpora)

 

LAURA

 

Él es mi alma,

él es mi amor.

 

REY

 

Laura, mi alma

prenda de amor.

 

LAURA

 

Salvad su vida,

piedad señor.

 

REY

 

Dulce consuelo

de mi aflicción.

 

LAURA

 

¡Ay! tanta angustia,

tanto dolor

sufrir no puede

mi corazón.

Él es mi alma

él es mi amor

salvad su vida

piedad señor.

 

REY

 

Calma tu angustia

que ese dolor

tal vez mitigue

mi corazón.

Laura, mi vida

prenda de amor

dulce consuelo

de mi aflicción.

 

(Laura va en busca de Don Gonzalo)

 

ESCENA XII

 

(Don Gonzalo al pie del balcón)

 

DON GONZALO

 

Virgen hermosa,

prenda querida,

haz de mis ojos,

ángel de amor.

Oye mi acento

grito del alma

¡ay! para siempre

mi Laura, adiós.

 

Fija en el cielo

tus bellos ojos

al oír amante

mi triste voz.

Une á mi acento

tu voz suave

que allá en la Gloria

nos una Dios.

 

(Laura se encuentra en el balcón)

 

LAURA

 

¡Ay! ya no puedo

sufrir tal pena

me llega al alma

su triste voz.

¡Ay! para siempre

yo desfallezco

que allá en la Gloria

nos una Dios.

 

REY

 

Hija del alma,

martirio horrible

y que me parten

 el corazón.

Mi justo fallo

tres almas hiere

que allá en la Gloria

las una Dios.

 

LAURA

 

Por piedad,

Gonzalo mío

no te alejes,

 

DON GONZALO

 

Por piedad,

Laura del alma.

 

REY

 

Don Gonzalo,

Laura.

 

LAURA

 

¡Ah! para siempre.

 

DON GONZALO

 

¡Ah! Dios eterno

yo no puedo sufrir más.

 

REY

 

Acabemos.

Venid Laura.

 

LAURA

 

Señor.

¡Ah! mi talismán.

 

(cogiendo el colgante de la Virgen

que lleva puesto)

 

ESCENA XII

 

(En el salón principal de palacio)

 

LAURA

 

¡Oh! Madre mía

tú que meciste

los sueños de oro

de mi niñez.

Tú que me miras

desde la altura,

de mis dolores

lástima ten.

 

DON GONZALO

 

Su voz de ángel

sube a los cielos

que Dios la acoja

con mi oración.

 

REY

 

Su voz evoca

la dulce sombra

del ángel bello

de mi ilusión.

 

LAURA

 

¡Oh! mártir Santa

de amor intenso

que tu alma pura

despedazó.

Por la memoria

de tus dolores

protege ¡oh! Madre

mi casto amor.

 

DON GONZALO

 

Virgen hermosa

nunca se alejan

dos corazones

que une el amor.

 

REY

 

Ángel hermoso

tu faz divina,

bella aureola

cerca de amor.

 

(aparece Doña Leonor con Don Simeón)

 

DOÑA LEONOR

 

Venid.

Cielos él era.

 

REY

 

Hija del alma.

Era ella.

 

LAURA

 

Por piedad.

 

DOÑA LEONOR

 

Mi hermana ¡Cielos!

 

LAURA

 

Padre mío,

perdón por su memoria.

 

DOÑA LEONOR

 

¿Qué escucho?

 

REY

 

Don Gonzalo

tuya es Laura.

 

(Don Gonzalo y Laura se abrazan

para ir poco a poco desplomándose

cogidos de la mano)

 

DOÑA LEONOR

 

Bendiga Dios su unión,

desde la Gloria.

 

REY

 

Bendiga Dios su unión

desde la Gloria.

 

LAURA

 

Bendice nuestra unión,

desde la Gloria.

 

DON GONZALO

 

Bendice nuestra unión

desde la Gloria.

 

FIN

 

LAURA