[De nuevo en el
trabajo de la Real Capilla.]
LOCO 3º
De casa de Doña Lucía
¿no sabéis la novedad?
LOCOS 1º, 2º y 4º
No.
LOCO 3º
Esta mañana ha enviudado
á las cuatro poco más.
LOCOS 1º, 2º y 4º
Ya.
LOCO 3º
Es una lástima verla.
LOCOS 1º, 2º y 4º
Ya.
LOCO 3º
Qué traspasadita está.
LOCOS 1º, 2º y 4º
Ya.
LOCO 3º
Lo mejor es que ha enviudado
sin poderlo ella estorbar.
LOCOS 1º, 2º y 4º
Ya.
TODOS
Quién se lo dijera á ella
¡En qué has venido á parar!
Viuda de cinco maridos
con tan grande habilidad
que uno á uno todos cinco
has sabido despachar.
Pobrecita,
¡qué traspasada estarás!
LOCO 3º
Uno fue tuno de aquellos
de playa cerero y pegote
que sin ganar nada, de toros,
comedias,
siempre disfrutaba.
Era uno de aquellos
de costumbre rara
que á escarpín sudado
les huele la casa.
Jugaba continuo,
con trampas ganaba,
la mujer reñía,
gritaba y rabiaba.
Pero ella era cosa
para él olvidada
y en unos novillos
que hubo en Fuenlabrada
le mató uno de ellos
de un par de cornadas,
quedando la pobre libre
de tal maula.
TODOS
Quién se lo dijera á ella.
¡En qué has venido á parar!
Viuda de cinco maridos
con tan grande habilidad
que uno á uno a todos cinco
has sabido despachar.
Pobrecita,
¡qué traspasada estarás!
LOCO 3º
Fue su dichoso segundo marido,
un mozo gallardo como un pepinito,
buscado de damas, amado y querido.
Era de las casas cómo el candilito:
en casa apagado, fuera muy lucido.
Después de estas cosas era celosito:
á Lucía encerrada deja en el cuartito,
marchando a bureo nuestro cupidito.
Se queja, lo prenden, se mira con grillos,
de pena le casca un gran tabardillo,
se muere, le entierran y á Dios maridillo.
TODOS
Ya. Quién se lo dijera á ella.
¡En qué has venido á parar!
Viuda de cinco maridos
con tan grande habilidad
que uno á uno a todos cinco
has sabido despachar.
Pobrecita,
¡qué traspasada estarás!
LOCO 3º
Casa muy breve con un extranjero,
que toca, que canta, que baila el bolero,
y murió una noche comiendo buñuelos.
Casose aquel año con un mesonero:
llevó mucho palo, se formó un pleito,
ganó la querella, muere el majadero,
quedando ella rica por el quinto, y tercio
entró con el quinto que es el quinto muerto
de edad avanzada, machucho en extremo,
con caudal, sin hijos, muy duro de genio:
y hoy sin saber cómo se ha quedado tieso.
TODOS
Ya. Quién se lo dijera á ella.
¡En qué has venido á parar!
Viuda de cinco maridos
con tan grande habilidad
que uno á uno a todos cinco
has sabido despachar.
Pobrecita,
¡qué traspasada estarás!
Vamos pues á consolarla
en su tristeza mortal
cuidado cómo reirse
que el trago no es para más.
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