Aragón y Félix Máximo López
Hasta ahora tenía referencias que ciudades como Madrid, el más probable lugar de nacimiento del maestro Félix Máximo López (1742-1821), Aranjuez, Toledo y Sevilla guardaban relación con la obra y el espíritu del compositor español, además de la vinculación con el vienés Joseph Haydn.
El otro día tuve la grata noticia de que Don Félix (primer organista de la Real Capilla) podía haber trascendido en Jorcas, en la comunidad de Aragón, o puede que fuese al contrario, que la música popular aragonesa cautivase por su vida y embrujo para motivar la recreación del +Minuet afandangado con 6 variaciones en Sol menor+ ( perteneciente a la Música para clave y fortepiano. Para escuchar solamente el tema, en clavecín, ir a la página: Minué Afandangado ).
Y es que uno de los Dances de Jorcas, el llamado +Tan tin tun+ es una melodía muy similar a la de dicho Minué, en el que L. emplea más adornos o "afandanga" (entiéndase que busca darle algún ingrediente relacionado con el fandango). Partiendo de que esto es un acontecimiento, hoy en siglo XXI, 'normal' -tener gratas noticias- pues todavía existe gran desconocimiento tanto en la música popular española como en la -llamemos clásica- de principios del siglo XIX, no deja de sorprender cómo encuentran similitudes y fraternizan una danza de paloteo turolense muy cercana a la jota, probablemente se haya bailado como tal, con una obra de recreación en el teclado buscando la galantería y finura centroeuropea y desarrollada en la forma de variaciones.
Según la historiadora Lucía Pérez García Oliver, especialista en el género de los Dances y el teatro popular aragonés, en el pequeño pueblo de Jorcas (ver. Jorcas -artículo que la escritora publicó en el Heraldo de Aragón desde la Asociación Acción Pública para la defensa del Patrimonio Aragonés APUDEPA- ) de la Sierra de Gúdar, en la provincia de Teruel, que actualmente tiene 40 habitantes y desde 1991 no hay ningún niño en edad escolar, antes de la guerra civil había un órgano del que todavía quedan las sombras en el coro; y por otra parte en su legado familiar quedó la página del título de un himno coral escrito a principios del XIX para la iglesia local, de lo cual podría deducirse que sí había cierta cultura musical en Jorcas y que por vía clerical llegaran ciertas piezas que el pueblo "adoptara" y "pusiera" donde mejor y más digno le pareciera. Ahora bien, todo el archivo parroquial, también el órgano y retablos se destruyeron en la guerra civil y otro tanto en lo que a libros religiosos, ilustraciones, cuadros, etc., de su familia respecta.
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Por otro lado L. en sus +Poesías Líricas y Cómicas+ narra una anécdota en la que irónicamente se jactaba de cómo un cura cercano a Aranjuez, en una excursión que hizo, se asombraba de los ejemplos que L. le hizo en el órgano de su Iglesia porque ¡más se hubiese asombrado si hubiera sabido que se trataba de Don Félix Máximo López! Corrían otros tiempos y las comunicaciones no eran cómo ahora -por ejemplo, con este escrito se pueden enterar inmediatamente hasta en China- y aunque el cura podía reconocer al maestro por el nombre no sucedía lo mismo por su físico, no conocía su rostro a pesar de que estaba cerca de Madrid y pertenecía al clero. Con esto quiero llegar a justificar que L. en su momento sí era conocido, digamos por España. |
C) despedida en verso del rabadán donde hace una "crónica" de los sucesos acontecidos en el pueblo y pasa revista crítica a vecinos, gobierno, autoridades etc. Esta última parte era muy esperada porque el rabadán la guardaba en gran secreto a fin de que no se supiera quién o qué iba a ser proclamado en la plaza. Este tipo de actos están muy extendidos por toda España, pero en Aragón, se conocen bajo el nombre de Dances porque lo más vistoso y el motivo final de la celebración es homenajear a la imagen con los bailes preparados." >>
PEREZ GARCÍA-OLIVER, L., El dance de Jorcas, Teruel: Instituto de Estudios Turolenses , 1983.
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